Callejeros volvió a Córdoba. La de anoche fue la sexta presentación post Cromagñón.
El último show había sido en Villa María, en febrero. Y hace casi un año habían hecho una fecha doble (sábado y domingo), en este mismo escenario de Cordillera y Cardeñosa. Pero antes de volver a la provincia, Callejeros actuó en Neuquén (en abril), Santa Fe (en mayo) y Mar del Plata (en junio). Se guardaron un show especial para su provincia predilecta: la de anoche fue la presentación oficial de su último CD.
Y vaya si sus seguidores respondieron: fueron nueve mil chicos de todo el país: La Plata, Buenos Aires, Mendoza, San Luis. Vinieron todos, e incluso se vendieron las entradas con visión restringida.
El trabajo se llama Disco Escultura. En él, el grupo de Villa Celina se defiende de las acusaciones que pesan sobre su figura, a menos de un mes del juicio (empieza el 19 de agosto, fecha en la que sus fans ya tienen organizado un banderazo para brindar su apoyo en diferentes ciudades del país).
A pesar de todo, al menos en la primera hora del show no hubo alusiones sobre esto en el escenario.
La banda arrancó con Lo que hay y Más allá (temas del último disco), y siguieron con 9 de julio (del disco anterior, Señales ) y Presión.
Fueron los primeros cuatro temas de una treintena que el público cantó, a veces hasta las lágrimas, demostrando la identificación que tienen con el grupo de Fontanet.
Demoras
La requisa fue muy estricta. Eso, sumado a que la cola empezó a las 18, retrasó casi una hora el inicio del recital. Algo inexplicable, ya que durante toda la semana los organizadores le pidieron a la gente que fuera temprano para que esto no pasara.
Por la tarde todo transcurrió con normalidad, con los jóvenes en los espacios verdes haciendo honor a la cerveza y al mate.
Los controles no dejaban pasar pilas ni cámaras; tampoco banderas de más de 3 por 3 metros. Ni siquiera hubo cámaras de TV y todo fue muy hermético para la prensa.
Al traspasar el puente de ingreso al Orfeo, una chica vestida con la ropa de la empresa que maneja el marketing y merchandising de Callejeros, entregaba un volante amarillo a los asistentes. Allí se leía: «Justicia. Basta de culpar a Callejeros. No incentivaron la pirotecnia, no coimearon, no cerraron la puerta. ¿Culpables de qué?»
El mensaje también invitaba al banderazo, en apoyo al grupo.